El mejor irrigador dental de viaje que he tenido (análisis tras 3 meses de uso)

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Seguramente ya os he comentado en alguna ocasión que soy de las personas que odia visitar el médico y cualquier clínica de salud a menos que sea estrictamente necesario. No es que tenga nada en contra de ellos, ni mucho menos, valoro enormemente la labor de los profesionales sanitarios, sin embargo, me estreso y me pongo nervioso cada vez que acudo a ellos —sobre todo, cuando se trata de los dentistas—. Seguramente por algún trauma de la infancia que se esconde en mi inconsciente y que todavía soy incapaz de descifrar.

Es por ello el motivo por el que os escribo en esta ocasión que hoy. Porque hace apenas unos 6 meses que acudí al dentista para ponerme una ortodoncia —algo que debí haber hecho hace unos cuantos años, aunque como dicen “nunca es tarde”—. Lo cierto es que no os voy a hablar de cómo fue el proceso, más que nada porque los que llevan aparato —o los que lo han llevado— ya saben lo que es y porque no quiero desmotivar a los que todavía se lo están planteando como estuve yo durante años. El motivo principal de este artículo es para hablaros de un irrigador dental que he estado usando desde hace unos tres meses, aproximadamente, a raíz de que me pusieran la ortodoncia.

Y seguramente en este momento te estarás preguntando ¿Qué es eso de un irrigador dental? A mí me ocurrió lo mismo. Nunca había oído hablar de estos aparatos hasta que el dentista me recomendó uno de ellos debido a mi problema de mal aliento —o como dicen de manera más profesional, halitosis—. En fin, la cuestión es que cuando llevas aparato es muy difícil cepillarte los dientes y los restos de comida se acumulan más fácilmente entre los huecos de los dientes.

El irrigador dental es un aparto que funciona aplicando agua a presión para trabajar esas zonas más dificultosas a las cuales no llega adecuadamente el cepillo de dientes. Ideal, sin duda, para la limpieza de la dentadura cuando esta está cubierta de hierros.

Mi irrigador dental, apto para viajes

Mi irrigador dental es un modelo de la conocida marca de Panasonic, concretamente el modelo EW-DJ40-W503. Sé que todo esto te sonará a chino. Lo que os quiero decir es que mi irrigador dental es uno de los modelos más portátiles que existen. Y no, no os voy a mentir, no es igual de transportable que un cepillo de dientes. Tal vez se parezca más a los cepillos eléctricos, aunque el mango es mucho más grueso, ya que en ellos se encuentra el depósito para el agua. De cualquier forma, este cabe a la perfección en un neceser de tamaño medio, como el que yo llevé en mis últimas vacaciones.

El irrigador funciona estupendamente y alcanza todas las zonas, sin tener que sufrir con el cepillo de dientes. Además, a pesar de lo que pueda parecer, el agua a presión no hace daño. La razón es porque esta puede ser regulada. Es decir, le puedes bajar la intensidad dependiendo de tu sensibilidad. Yo, debido a que tengo cierta debilidad en las encías y me suelen sangrar, lo uso al mínimo. He de reconocer, también, que el irrigador viene muy bien para hacer masaje en estas, así que prácticamente lo tiene todo. Quizá, lo único que falla es el tamaño del depósito, ya que el agua puede acabarse y te toca recargar antes de que hayas acabado de limpiar tus dientes. Aunque se trata de un problema mínimo.

¿Cómo se utiliza un irrigador dental?

Os voy a explicar de manera muy sencilla cómo se tiene que utilizar, al igual que me explicó mi dentista. Para ello debes seguir los siguientes pasos:

  • Lo primero que debes hacer es recargar el depósito con agua. Si quieres poner colutorio, también puedes hacerlo, aunque deberás esperar media hora después de haberlo usado para comer, beber o enjuagarte los dientes.
  • Lo siguiente que debes hacer es colocar el cabezal. Hay varios tipos, en mi caso compré el cabezal específico para ortodoncias.
  • El tercer paso consiste en ajustar la intensidad —como comentaba más arriba— para que no te duelan las encías.
  • Lo siguiente que debes hacer es proceder a la limpieza. Ojo, gira el cabezal a 90º y antes de presionar el botón coloca el dispensador entre los dientes.
  • Por último, presiona el botón y comienza a limpiar la zona de la encía que se queda entre cada diente. En caso de que tengas aparato, pásalo por cualquiera de los huecos en los que se quedan los restos de comida.
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