Viajar por el mundo es una de las experiencias más enriquecedoras en la vida de una persona. Algunos destinos son famosos gracias a que a pesar de no tener grandes atractivos, otros visitantes le han dado mucha publicidad. Otros, en cambio, son muy valiosos por sí mismos, por su cultura, su gastronomía o experiencias que puede ofrecer al visitante. Sin embargo, uno de los destinos que se ha vuelto un icono en Europa, es Londres. Una ciudad única que puede ser visitada por más de una razón.
Para viajar a Londres, aplica aquella máxima de la planificación y puntualidad que hacen famoso al país inglés en el mundo; es importante que con antelación y teniendo en cuenta algunas recomendaciones, planifiques cuidadosamente tu itinerario.
Antes de viajar
Londres es una ciudad sumamente grande, está dividida en distritos y cada uno de ellos es del tamaño y densidad de cualquier ciudad grande del mundo. Antes de partir, planea cuáles son los lugares que deseas visitar, fechas importantes, clima, y todos los posibles factores que afectarán tu estadía.
Es importante que revises con precisión a qué aeropuerto va a llegar el vuelo que tomarás para llegar a Londres, puesto que las distancias pueden ser bastante significativas, lo que se traducirá en gastos extraordinarios en transporte que podrías distribuir en otros gastos más placenteros.
El aeropuerto principal en Londres es el Heathrow. Otros, como los de Luton, Stansted, Gatwick, o el London City Airport, están más retirados. Puedes llegar a pagar hasta 35 € por trasladarte solamente desde estos aeropuertos hacia la ciudad, sin contar los traslados cortos al hotel, ten en cuenta que el transporte en esta ciudad es el más costoso del mundo.
Durante tu estancia
Aunque Londres es una ciudad ideal para satisfacer todos los gustos y presupuestos en cuanto a comidas, si quieres disfrutar de variedad a precios razonables, puedes tomar la opción de Camden Market, donde encontrarás opciones de cualquier parte del mundo, es toda una muestra gastronómica universal, ideal para degustar un poco de las culturas variadas que coexisten en la ciudad.
Uno de los temas más importantes en cuanto a la logística del viaje, es el cambio de la moneda. Es muy importante que te informes oportunamente sobre las tasas de cambio y mucho más importante, que no caigas en ofertas engañosas, sobre todo en el aeropuerto y los bancos. No cambies dinero en el aeropuerto, terminarás pagando mucho más dinero en tasas que no tienes por qué cubrir.
Lo más recomendable en este asunto, es que en la medida de lo posible utilices sólo tus tarjetas de crédito, las cuales son aceptadas en prácticamente cualquier tipo de comercio. Sin embargo, si prefieres tener dinero en efectivo, puedes optar también por las casas de cambio tradicionales, que están ubicadas sobre todo cerca de las principales estaciones, como Paddington, Liverpool Street, Victoria.
Como ya se ha dejado claro, el transporte en Londres es extremadamente costoso. Una alternativa para palear estos gastos es adquirir tarjetas de transporte. La Travel Card te costará a lo sumo 5.60£ para usar el metro o bus en el día de forma ilimitada. La otra opción es la Oyster Card. Sin esta tarjeta, un billete sencillo de metro te costaría 4£, pero con la Oyster son 1.80£. Si planeas usar este transporte, te resultará muy conveniente adquirirla.
Aspectos culturales
Una de las características que distingue a los ingleses, además de su puntualidad, es el respeto a las filas. Por lo general, se hacen filas para cualquier cosa pero nadie se queja al respecto, sino que al contrario, ni se pregunta quién es el último; parecen sentirse muy orgullosos del respeto que muestran por el orden en que se ha formado. Si no eres una persona paciente, aquí tendrás que hacer acopio de todo tu autocontrol, pues demostrarás respeto, cordialidad y educación al ubicarte en el espacio que corresponde.
Por lo general, el café en Inglaterra no es especialmente bueno a menos que vayas a un lugar especializado en capuchinos o expresos. Si eres una persona de las que necesita café para empezar el día, o después del desayuno, no esperes demasiado si no lo buscas en uno de estos lugares.
En contraste, podrás disfrutar de algunas de las más exquisitas mezclas en té. Además de contar con tés deliciosos, el ritual de esta bebida no sólo es a las cinco de la tarde, sino que le preceden el té de las siete de la mañana, el de las once y el de la una y media. Beber el té tiene la función de servir como agente socializador, suele servirse con leche fría o limón, y cada quien lo endulza según sus preferencias personales.
No te extrañe si aun hablando inglés, sientes que no entiendes absolutamente nada. Esto se debe al “Cockney”, que es un dialecto propio que surge de los juegos con palabras derivados de la rima que éstas hacen.