Desde pequeños se nos trata de inculcar la enorme importancia que tiene aprender inglés, ya que es la lengua vehicular a nivel internacional. No en vano es uno de los idiomas más hablados del mundo. Si estás interesado en aprender inglés, pero te cuesta seguir el ritmo de las clases de una academia, te recomendamos un método mucho más drástico, pero también 100% efectivo: aprender inglés mientras viajas.
Al estar en un país desconocido con una lengua distinta, te verás obligado a practicar el inglés día y noche, lo que hará que te habitúes a esta lengua de una manera más rápida que si lo estudias cómodamente un rato al día. Las personas que pasan una estancia superior a las dos semanas seguidas en países de habla anglosajona avanzan de manera más rápida en el aprendizaje del idioma que aquellos que llevan meses en una academia.
Los mejores trucos para viajar y aprender inglés
Deja que te aconsejemos las mejores claves para aprender inglés mientras descubre mundo. Lee nuestros trucos y hablarás como un nativo en poco tiempo.
Elige países de habla inglesa
Una de las primeras reglas básicas si quieres aprender inglés, es que empieces visitando países donde la lengua mayoritaria sea ésta. Además, te aconsejamos que, de manera imprescindible, evites los países donde haya una gran cantidad de castellanoparlantes, ya que es difícil evitar la tentación de relacionarse con ellos y, a fin de cuentas, tu interés es aprender inglés.
Algunos de los países que muestran comunidades de hispanohablantes son Irlanda, Inglaterra y Estados Unidos, ya que es donde la gran mayoría de personas suelen irse a trabajar y a aprender la lengua anglosajona, especialmente en las ciudades principales de estos países. Si alguno de estos es tu destino, lo mejor que puedes hacer es elegir ciudades más alejadas de la capital, de manera que la afluencia de personas que hablan tu mismo idioma descienda.
Interactúa con personas internacionales
Este consejo es bueno en especial si viajas por un Erasmus, ya que un ambiente académico te permitirá relacionarte con una gran disparidad de personas de diversos países. Pese a que ellos difícilmente hablarán el inglés como un nativo, siempre podrás aprender fijándote en sus errores y evolucionando con ellos. Una buena manera de conocer personas de todas las nacionalidades, es meterte en un curso de inglés, como nos indican en este artículo de Brainlang.
Interactúa con nativos
Independientemente del destino que elijas, es primordial que te relaciones con la ciudadanía local. De nada sirve que viajes a un país de habla inglesa si tus relaciones con personas que hablan el idioma van a ser limitadas o nulas. Esfuérzate y conoce a tus vecinos, entabla amistad con ellos y oblígate a practicar la lengua.
Intercambios de idiomas
Tienes algo que a muchas personas de habla inglesa les interesa: eres castellanoparlante. Aprovéchalo porque es una gran ventaja a la hora de realizar intercambios de idiomas. Este tipo de métodos para aprender un idioma son propios de algunos bares y pubs, donde determinados días a determinadas horas puedes sentarte junto a un grupo de personas y ayudaros entre todos a cambiar idiomas.
Haz vida local
Siéntete parte del país en el que vas a vivir durante tu estancia en el extranjero. Involúcrate en las rutinas de la gente local: sal a tomar algo, consume cine o teatro en inglés, mira la televisión en ese idioma, lee la prensa local, cómprate libros… Cuanto más practiques, más consolidarás la lengua.
Muévete por todo tipo de zonas
Está bien visitar las zonas más turísticas de la ciudad en la que nos establezcamos, pero intenta que no siempre sean las zonas de más afluencia turística. Es importante que aprendas a vivir la vida como un ciudadano local, como hemos dicho antes, y no como un mero turista más.
Trabaja
Quizá tienes dinero de sobra para costearte tu estancia en el país al que te dirijas, pero si quieres aprender inglés, te recomendamos que valores la posibilidad de trabajar allí cara al público. Es uno de los mejores trucos a la hora de adquirir competencias en un idioma, ya que te obligará a pasar una jornada (completa o partida) interactuando con todo tipo de personas y de acentos.