
El éxito de Barcelona como destino turístico, en la última década, ha sido tan rotundo, que la ciudad tiene hoy que lidiar con los problemas creados por el hecho de que se haya convertido en uno de los destinos más codiciados para quien visita Europa. La Ciudad Condal se encuentra en la búsqueda de una receta mágica que permita limitar el impacto del turismo de masas en la calidad de vida de sus habitantes. Barcelona es la capital de Cataluña, la España de los hipsters.
Algunos datos de interés
Lengua: Catalán
Moneda: Euro
Emergencias: 112 (número estándar de emergencias de la Unión Europea, atención en varios idiomas)
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Llegada a Barcelona
Siempre se es bien recibido cuando se llega a la ciudad por el aeropuerto internacional de Barcelona: es cómodo, grande y uno de los más bonitos de Europa. De allí se parte hacia las plazas de España y de Cataluña en el Aerobús, por un precio increíble.
Clima en Barcelona
El invierno es templado (entre los 5 y los 14 grados); el verano, bien caliente (máximas por encima de los 30 grados). Llueve muy poco; septiembre y octubre son los únicos que ven precipitaciones por encima de los 50 mm.
Gastos
El turismo cultural en Barcelona es muy caro en comparación con otras metrópolis europeas. La alimentación también no es nada barata si te gusta sentarte y comer una comida completa, en vez de quedarte con ganas de comer más.
Un consejo valioso es disfrutar de los platos combinados del almuerzo que son ricos y baratos en Barcelona, por ejemplo, los famosos “menús de mediodía”, que los puedes conseguir durante todo el día en diferentes restaurantes.
Transporte
El transporte público en Barcelona es uno de los más baratos de Europa. Un ticket que permite diez viajes dentro de la zona uno sale alrededor de 8 euros. La calidad del transporte es envidiable, no sólo los trenes, sino también las estaciones. Probablemente sólo utilices el metro en tu viaje por Barcelona, en caso de que no te moleste caminar de vez en cuando, especialmente cuando vayas a la playa.
Alojamiento
Barcelona sufre de un mal terrible: las paredes de allí parecen de papel. Tanto en los hoteles como en los albergues podrás escuchar cualquier ruido de la habitación de al lado. En Barcelona, los hoteles de una y dos estrellas suelen ser más completos que los de París y Roma.
Seguridad
Hay algunas regiones peligrosas después del ocaso, principalmente cerca de las grandes avenidas con tráfico intenso, como la Del Paralelo. Lo que sucede es que Barcelona es una ciudad muy vibrante donde las personas beben mucho. Por eso, saliendo de la discoteca, se aconseja coger un taxi. La región cercana al Monumento a Colón también no es de las más agradables después de cierta hora.
Comer y divertirse
Aquí es muy fácil encontrar pequeñas porciones con varios gustos (tapas) y comer con cerveza. El precio varía de acuerdo con el tipo de ración que elijas, pero nada es demasiado caro.
Cuidado con los restaurantes típicamente turísticos: la calidad no es el fuerte de los bares y cafeterías de las Ramblas.
Y por supuesto, no puedes no experimentar al menos una paella: la paella es el arroz, que puede o no contener pescado. Rara vez se encuentra una paella en porciones reducidas, y es claro que las mejores siempre serán las más caras.
Evita la alta temporada
Julio y agosto, como todo el mundo sabe, son los meses del alto verano europeo, cuando los hoteles y pasajes cuestan mucho más caro que en el resto del año. Pero Barcelona aún tiene otras épocas a ser evitadas. En caso de que no vengas a la ciudad específicamente para disfrutar de los festivales de música, evita la semana del Sónar y la del Primavera Sound, cuando los hoteles se llenan. También conviene eludir la Semana Santa y el fin de semana de la Fórmula 1. Claro, siempre y cuando no te interesen estos eventos.
Aprovecha la hora del almuerzo
Esta regla vale para muchos lugares del mundo, pero no cuesta reforzarla: a la hora del almuerzo, las fórmulas de precio fijo, con entrada, plato principal, postre y a veces hasta vino y café, cuestan mucho menos que el precio a la carta. Un menú del día en un restaurante básico en Barcelona cuesta alrededor de € 10. En un excelente restaurante tienes que pagar unos € 20.
Bebe vino barato
Ya sucedió con varios turistas que visitaron la ciudad: fueron al supermercado a buscar un vino pero hallaron todos tan baratos que quedaron desconfiados, ya que las etiquetas de calidad no están a la venta en cualquier lugar. El vino aquí es muy barato. En el supermercado, se corre poco riesgo de dar mal con un tinto a partir de € 6. En los restaurantes, pide el vino de la casa, sin miedo. Barato no quiere decir malo.
Compra un pase de transporte
Los billetes individuales de metro y autobús son mucho más caros y no dan derecho a transbordo. Compra un pase T-10 (para 10 viajes, o una tarjeta Hola BCN, que da derecho a transporte ilimitado por 2, 3, 4 o 5 días.
Usa y abusa de los sitios de descuento
Haciendo reservas de restaurantes a través del sitio web de El Tenedor, se llega a tener 50% de descuento sobre el precio de carta. Otro sitio recomendado es Atrapalo, que además de dar descuentos en restaurantes, también tiene ofertas en viajes, spas, cursos, hoteles, paquetes de viajes y mucho más.